NUESTROS CONSEJOS DE BIOSEGURIDAD
PARA SUS PEQUEÑOS RUMIANTES OVINOS Y CAPRINOS

La bioseguridad es el conjunto de prácticas y procedimientos sanitarios que contribuyen a la prevención, disminución o resolución de los peligros asociados a la transmisión de patógenos que pueden generar pérdidas significativas en la cría de ganado ovino o caprino. 

La bioseguridad ayuda a limitar la introducción de patógenos en las granjas y su propagación en otras.

Principales factores de contaminación en granja de cría de pequeños rumiantes

Principales factores de contaminación en granjas de cría de pequeños rumiantes

Las naves y sus alrededores, las primeras barreras sanitarias

Cría de cabras Cría caprina

Garantizar la seguridad sanitaria de los animales significa, en primer lugar planificar y diseñar las zonas de vida de los animales, garantizando su confort, así como la limpieza y el ambiente de los edificios (temperatura, calidad del aire, higrometría, luz).

Para prevenir el riesgo de contaminación, hay que tener en cuenta la distribución de la nave y de su entorno inmediato, el cual debe estar limpio y perfectamente mantenido (sin residuos por las paredes) para evitar la aparición de plagas (roedores, pájaros, insectos).

Para garantizar una seguridad sanitaria óptima para el rebaño, las granjas de cría de pequeños rumiantes deben contar con:

  • Una zona de cuarentena: es el espacio donde los animales procedentes del exterior quedan aislados del resto de la explotación durante al menos 30 días. Este aislamiento permite a los nuevos animales adaptarse al entorno y evitar la propagación de enfermedades. Se prestará especial atención a los animales procedentes de otras granjas.
  • Una enfermería: es el espacio de aislamiento para animales enfermos. Aquí pueden recibir los cuidados oportunos y prevenir la transmisión de las enfermedades al resto del rebaño.
  • Un muelle de carga y descarga: se encuentra fuera de la zona de cría para evitar que el conductor entre en contacto con el rebaño presente.
  • Un vado sanitario: es la zona dedicada al lavado de manos y al cambio de ropa antes de entrar en la granja de ovejas o cabras.

La organización de los flujos también es una forma sencilla de reducir la presión sanitaria en una granja. Hay que evitar mezclar el circuito “sucio” (personal exterior, efluentes) con el circuito “limpio” (animales, ganaderos, etc.).

Las granjas agroturísticas (casas y hoteles rurales, granjas escuela) deben informarse ante los organismos competentes de los requisitos necesarios en materia de salud y bioseguridad y las medidas oportunas para garantizar la seguridad de los visitantes y de los animales en la granja.

Cría ovina Cría ovina

El agua: un "alimento" fundamental

El agua destinada a dar de beber a los pequeños rumiantes no está sujeta a ningún reglamento que establezca estándares de calidad, a diferencia del agua destinada al consumo humano, que debe cumplir criterios de potabilidad. Las normativas solo exigen que sea de calidad “adecuada” y, para ello, se definen una serie de criterios.

1. La calidad bacteriológica del agua

Aunque no existe un estándar establecido, se recomienda analizar 100 ml de agua para detectar la ausencia de gérmenes (Coli totales, E. coli, estreptococos, etc.).

La contaminación puede producirse en el momento de la captación del agua, pero también en las tuberías de la granja, en particular debido a la biopelícula residual. Para conocer la calidad bacteriológica del agua se debe realizar un análisis (idealmente en el vado sanitario y al final de la línea). En caso de una calidad bacteriológica insuficiente, se recomienda tomar las medidas correctivas oportunas: comprobar la estanqueidad de la captación y desinfectar el agua (dióxido de cloro, peróxido de hidrógeno o cloro).

2. La calidad físico-química del agua

Es fundamental conocer la calidad físico-química del agua potable ya que, en determinadas condiciones, puede provocar:

  • Fallos en la desinfección del agua (p. ej.: eficacia reducida de la cloración en agua básica o rica en hierro)
  • Problemas de escasez de agua de los animales (debido al desarrollo de biopelícula o a la obstrucción de las tuberías).

Conviene realizar un análisis físico-químico del agua al menos una vez cada 2 años.

3. Limpieza y desinfección de tuberías

La limpieza a presión es indispensable para obtener un impulso mecánico suficiente para arrastrar las impurezas desprendidas de las paredes de las tuberías por los productos de limpieza.

Suministro de agua ovejas

El protocolo clásico de limpieza del interior de las tuberías para eliminar al máximo la biopelícula es el siguiente:

  • Llenar las tuberías con una solución alcalina y dejar actuar entre 30 minutos y 1 hora
  • Limpiar a presión y desengrasar
  • Llenar las tuberías con una segunda solución ácida, dejar actuar durante el mismo tiempo y descalcificar
  • Limpiar a presión
  • Desinfectar llenando las tuberías con una solución desinfectante
  • Limpiar con agua limpia si es necesario

El programa esencial de limpieza y desinfección

1. La limpieza

Esta operación da a las superficies un aspecto a limpio. Se debe utilizar un detergente espumante que facilite el decapado. 

La materia orgánica (paja, excrementos, etc.) inhibe la acción de los desinfectantes. El éxito de la desinfección depende por tanto del rigor de la limpieza.

Un buen lavado previo con un producto adecuado asegura entre el 70 y el 80 % de la descontaminación por efecto “flushing”.

El programa de limpieza y desinfección no resulta fácil de aplicar en las granjas de pequeños rumiantes.

Se debe realizar al menos una vez al año. En caso de situación sanitaria (presencia de patógenos en la granja) es una práctica eficaz y beneficiosa.

El programa de limpieza y desinfección se debe aplicar aplica entre cada lote de animales.

2. La desinfección por pulverización

Se trata de la primera operación de desinfección después de limpiar la nave. Se suele llevar a cabo pulverizando superficies previamente limpiadas.

Una mala desinfección por pulverización puede suponer ciertos riesgos:

  • Dosis insuficiente de desinfectante
  • Tiempo de contacto insuficiente
  • Aplicación sobre una superficie sucia

El material utilizado para la descontaminación

El uso de un cañón de espuma facilita la aplicación del desinfectante, siempre que se utilice un producto espumante. Aplicado en forma de espuma, el desinfectante resulta más eficaz. La espuma mejora la adherencia del producto a la superficie, por lo que aumenta el tiempo de contacto y la eficacia de la descontaminación.

El producto utilizado debe ser un producto homologado (categoría TP3 en Europa).

Aplicación de desinfectante en forma de espuma

Su seguridad, nuestra prioridad

Para la seguridad de los operadores, las medidas de protección son esenciales durante las labores de limpieza y desinfección.

  • Cuando use la bomba de alta presiónn, , lleve un traje impermeable, cascos y botas impermeables
  • Al aplicar los productos, utilice equipos de protección individual (EPI) más específicos, como guantes de protección química, gafas protectoras, traje impermeable a las sustancias químicas (tipo 4) y máscara con filtro ABEPK. Si tiene dudas sobre los EPI que debe usar, consulte el apartado 8 de la Ficha de seguridad del producto químico utilizado.

Consejos para facilitar la limpieza y la desinfección

  • Mantener en la nave las superficies en buen estado, ni desgastadas ni agrietadas, accesibles e iluminadas
  • Desmontar todo el material de cría móvil que se pueda mover. Limpiar y desinfectar por separado en una superficie estable y de hormigón
  • Comenzar el protocolo de limpieza y desinfecciónen cuanto los pequeños rumiantes salgan, antes de que se sequen las superficies
  • Aplicar un detergente antes del decapado para disolver mejor la suciedad
  • Utilizar una bomba de alto caudal (28-30 l/min) y a baja presión
  • Aplicar los productos en forma de espuma y con la dosis correcta para ahorrar tiempo y agua
  • Utilizar los equipos de protección individual (EPI) adecuados.