NUESTROS CONSEJOS DE BIOSEGURIDAD
PARA SUS PATOS

El término bioseguridad designa, para la cría de animales, todas las disposiciones y prácticas de higiene destinadas a proteger a los animales de la contaminación por agentes patógenos, así como a prevenir su dispersión a partir de una granja.

En la cría de patos, las medidas de bioseguridad son fundamentales para la salud animal y la seguridad alimentaria. Unas medidas reglamentadas en muchos países europeos desde la crisis de gripe aviar de 2016.

{%ALT_TEXT%}
{%CAPTION%}

Las naves y sus alrededores, las primeras barreras sanitarias

Organización general de una granja de patos Organización general de una granja de patos

También hay que tener en cuenta la distribución de la nave y el entorno inmediato para prevenir el riesgo de contaminación.

Un plan de bioseguridad accesible para todos es obligatorio en la avicultura. Incluye las 3 zonas de actividad: pública, profesional, de cría.

Cada zona de cría tiene su propio vado sanitario dividido en 2 zonas lavables y desinfectables. Debe estar equipado con un fregadero de agua caliente, jabón líquido, toallas de papel y papeleras.

Los alrededores de la nave deben presentar una perfecto estado de limpieza y mantenimiento (césped cortado, paredes limpias) para evitar el riesgo de plagas (roedores, insectos). Los accesos a la nave están precedidos por losas de hormigón para facilitar la desinfección.

En caso de epizootia, se recomienda esparcir cal viva (500 g/m²) en los alrededores de la nave (perímetro protegido), en particular frente a los vados sanitarios, las puertas y las zonas de paso frecuente.

Principios básicos para garantizar la bioseguridad en su granja:

  • Permitir el establecimiento de un perímetro protegido alrededor del edificio que pueda identificarse mediante barreras de señalización y desinfectarse periódicamente
  • Utilizar un vado sanitario
  • Aumentar la facilidad de descontaminación de las superficies de paso
  • Limitar el acceso a aves silvestres (reja) y a roedores (cebos).
Naves de cría de patos (Francia)

El agua: un "alimento" fundamental

El agua destinada a dar de beber a los animales no está sujeta a ningún reglamento que establezca estándares de calidad, a diferencia del agua destinada al consumo humano, que debe cumplir criterios de potabilidad. Las normativas solo exigen que sea de calidad “adecuada” y, para ello, se definen una serie de criterios.

1. La calidad bacteriológica del agua

Aunque no existe un estándar establecido, se recomienda analizar 100 ml de agua para detectar la ausencia de gérmenes (Coli totales, E. coli, estreptococos, etc.).

La contaminación puede producirse en el momento de la captación del agua, pero también en las tuberías de la granja, en particular debido a la biopelícula residual. Para conocer la calidad bacteriológica del agua se debe realizar un análisis (idealmente en el vado sanitario y al final de la línea). En caso de una calidad bacteriológica insuficiente, se recomienda tomar las medidas correctivas oportunas: comprobar la estanqueidad de la captación y desinfectar el agua (dióxido de cloro, peróxido de hidrógeno o cloro).

2. La calidad físico-química del agua

Es fundamental conocer la calidad físico-química del agua potable ya que, en determinadas condiciones, puede provocar:

  • Fallos en la desinfección del agua (p. ej.: eficacia reducida de la cloración en agua básica o rica en hierro)
  • Fallos en los tratamientos administrados a través del agua potable (p. ej.: algunos antibióticos se precipitan en agua dura y básica)
  • Problemas de escasez de agua de los animales (debido al desarrollo de biopelícula o a la obstrucción de las tuberías).

Conviene realizar un análisis físico-químico del agua al menos una vez cada 2 años.

3. Limpieza y desinfección de tuberías

La limpieza a presión es indispensable para obtener un impulso mecánico suficiente para arrastrar las impurezas desprendidas de las paredes de las tuberías por los productos de limpieza.

Sistema de agua con purga en granja de patos Sistema de agua con purga en granja de patos

El protocolo clásico para limpiar el interior de tuberías para eliminar la biopelícula es el siguiente:

  • Llenar las tuberías con una solución alcalina y dejar actuar entre 30 minutos y 1 hora
  • Limpiar a presión y desengrasar
  • Llenar las tuberías con una segunda solución ácida, dejar actuar durante el mismo tiempo, descalcificar y limpiar a presión
  • Desinfectar llenando las tuberías con una solución desinfectante
  • Limpiar con agua limpia si es necesario

El circulador con retorno permanente al tanque garantiza que se mantenga la buena calidad del agua y la limpieza durante el lote.

El programa esencial de limpieza y desinfección

1. Le nettoyage

El lavado y el decapado de algunas partes del edificio son las operaciones más tediosas, pero las más importantes para lograr con éxito una buena desinfección.

La materia orgánica (paja, excrementos, etc.) inhibe la acción de los desinfectantes. El éxito de la desinfección depende por tanto del rigor de la limpieza.

Se recomienda desmontar las rejas al limpiar la nave para limpiarla bien por todos lados.

Solo se desinfecta una superficie limpia

No existe una buena desinfección sin un lavado previo que asegure entre el 70 y el 80 % de la descontaminación.
Para evitar una nueva contaminación rápida y temprana de un lote de aves, es fundamental lavar y desinfectar los sistemas de aireación.

2. La desinfección por pulverización: primera desinfección

Se trata de la primera operación de desinfección después de limpiar la nave. Se suele llevar a cabo pulverizando superficies previamente limpiadas. Por motivos sanitarios y normativos, no debe realizarse nunca por termonebulización ni nebulización.

Una mala desinfección por pulverización puede suponer ciertos riesgos:

  • Dosis insuficiente de desinfectante
  • Tiempo de contacto insuficiente
  • Aplicación sobre una superficie sucia

3. La desinfección por vía aérea: segunda desinfección o desinfección terminal

Se recomienda la desinfección por vía aérea, generalmente aplicada mediante termonebulización, para reducir la contaminación final, antes de la entrada de las aves al inicio del vacío sanitario.

El material utilizado para la descontaminación

El uso de un cañón de espuma facilita la aplicación del desinfectante, siempre que se utilice un producto espumante. Aplicado en forma de espuma, el desinfectante resulta más eficaz. La espuma mejora la adherencia del producto a la superficie, por lo que aumenta el tiempo de contacto y la eficacia de la descontaminación.

Aplicación de desinfectante en forma de espuma

Su seguridad, nuestra prioridad

Para la seguridad de los operadores, las medidas de protección son esenciales durante las labores de limpieza y desinfección.

  • Cuando use la bomba de alta presiónn, , lleve un traje impermeable, cascos y botas impermeables
  • Al aplicar los productos, utilice equipos de protección individual (EPI) más específicos, como guantes de protección química, gafas protectoras, traje impermeable a las sustancias químicas (tipo 4) y máscara con filtro ABEPK. Si tiene dudas sobre los EPI que debe usar, consulte el apartado 8 de la Ficha de seguridad del producto químico utilizado.

Consejos para facilitar la limpieza y la desinfección

  • En la construcción de la nave, conviene utilizar materiales fáciles de lavar, como plástico y acero inoxidable, en vez de hormigón, y superficies lisas en vez de rugosas
  • Mantener las superficies en buen estado, ni desgastadas ni agrietadas, accesibles e iluminadas
  • Comenzar el protocolo de limpieza y desinfección en cuanto los patos salgan, antes de que se sequen las superficies
  • Aplicar un detergente antes del decapado para disolver mejor la suciedad
  • Utilizar una bomba de lavado fija con mangueras enganchadas mediante clips en vez de atornilladas
  • Utilizar una bomba de alto caudal (28-30 l/min) y a baja presión
  • Durante el decapado, ventilar al máximo la sala
  • Aplicar los productos en forma de espuma y con la dosis correcta para ahorrar tiempo y agua
  • Utilizar los equipos de protección individual (EPI) adecuados.